domingo, 22 de mayo de 2011

LA CORRUPCION ESCRITA Y HABLADA





Muchos personajes del Fujimorismo abierto y del enmascarado desearían que olvidemos que uno de los aspectos graves de la corrupción bajo el fujimorato se dio en prensa, radio y televisión


Hay episodios escandalosos, pero hay otros menos notorios, que merecen recordación.


El periodista Rubén Gamarra Garay, que trabajó para la prensa vendida, ha relatado en su libro La prensa chicha de Montesinos su experiencia. El subtítulo del trabajo es: “Los millones de dólares que la mafia fujimontesinista pagó para calumniar, difamar y ‘asesinar’ la honra de sus enemigos”.


Gamarra sabe lo que dice, pues fue él quien creó, con el diario El Mañanero, el diseño y el estilo del diarismo que tanto sirvió a los fines de la mafia. Cotidianos como La Chuchi, El Chato, La Yuca y La Repúdica son un muestrario de esa práctica repulsiva.


En la información del volumen destaca la que refiere cómo Augusto Bresani, ya fallecido, recibía del Servicio de Inteligencia Nacional 15 mil dólares mensuales por imaginar los titulares asquerosos de esos periódicos.


Capítulo revelador es el titulado: “Se acabó el baile de Bresani… y empezó el de Silva Checa”. Allí, en la página 207, se lee:


“En una conversación con Jorge Rivera y José Oliveri Agurto, por fin me enteré de quien era el nuevo “rey de los titulares”. Rivera me contó cómo días antes de la marcha de “Los 4 Suyos”, se contactó con ellos Vicente Silva Checa, dueño de Cable Canal de Noticias. Me dijo que por fin se enteró de que Bresani les había estado robando plata de los titulares todo el tiempo.


“Llegó el primer sobre con los titulares para los tres diarios y sabes cuánta plata había, 18 mil dólares por un día de portadas abiertas. Nosotros saltamos de un pie y hasta les regalamos los periódicos a los canillitas”, afirmó Rivera”.


Vicente Silva Checa volvió a la actualidad estos días, pues LA PRIMERA informó que se le vinculaba con el Plan Sábana. Él ha negado esa relación. En todo caso, muchos periodistas han recordado que él recibió de Vladimiro Montesinos la orden –y el dinero– para comprar, con dinero del Ejército, al Canal Cable de Noticias (CCN), a fin de ponerlo al servicio de una reelección de Alberto Fujimori.


El papel de ese canal fue tan descarado y escandaloso que el periodista Jaime de Althaus, quien compartía los criterios neoliberales del régimen, renunció a su puesto directivo allí.


Un libro notable registra el caso: Suma y resta de la realidad. Medios de comunicación y elecciones generales 2,000 en el Perú (Lima, 2000).


En la cronología de 1999, página 246, se lee: Diciembre. “Sale Jaime de Althaus de CCN.


“Deja su puesto de editora general de La República Blanca Rosales y pasa a CCN.”


César Lévano

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